Conservar el queso de manera adecuada es importante para mantener su frescura y sabor. Te compartimos algunos consejos útiles para que duren más tiempo en tu heladera:
Refrigeración:
Guarda el queso siempre en la heladera, preferentemente en recipientes herméticos para mantener la humedad y prevenir olores no deseados de otros alimentos en la heladera. Asegúrate de que el queso esté bien envuelto en papel film para mantener su humedad.
Temperatura:
La temperatura ideal para conservarlos varía de acuerdo al tipo de queso del que se trate. En los quesos de pasta dura se deben conservar entre los 8 y 12 grados, mientras que los quesos blandos se conservan mejor a temperaturas más bajas, entre los 4 y 8 grados.
Por eso, cuando los guardamos en la heladera es aconsejable utilizar los cajones inferiores, que normalmente se utilizan para la verdura, para los quesos duros o curados, ya que es la zona menos fría. Sin embargo, en el caso de los quesos blandos, es mejor ubicarlos en la parte alta, ya que necesitan mayor frío para su conservación.
Evita almacenar diferentes tipos de queso juntos, ya que pueden transferirse olores y sabores.
Tiempo de almacenamiento:
Consume el queso antes de la fecha de caducidad recomendada. Algunos quesos, especialmente los frescos, tienen una vida útil más corta.
El queso de pasta blanda se conserva poco tiempo una vez abierto, por lo que es aconsejable consumirlo lo antes posible. Si compraste en cantidad, podes fraccionarlo en porciones pequeñas y congelarlo.
¿Vos, cómo conservas tus quesos?
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